Ya en el siglo XV este edificio sirvió de lugar de descanso para los antiguos monjes que lo habitaron. En el siglo XXI queremos que esta antigua abadía de 1470 se convierta en tu lugar de descanso en el Pirineo.
Para ello contamos con 5 habitaciones que disponen de todo lo necesario para descansar y reponer fuerzas después de un día en la montaña, una excursión a pie, una ruta en bicicleta, un día de esquí….Una buena ducha y un buen colchón se convierten en dos factores fundamentales en este tipo de viajes.
Antiguamente en el Pirineo, los pueblos y aldeas se agrupaban en quiñones. El nombre del quiñón que había en esta zona y los pueblos que lo conformaban se refleja en los nombres de las habitaciones. Por eso, la habitación más especial lleva el nombre del “Quiñón de la Partacua” . Las otras 4 habitaciones llevan el nombre de algunos de sus pueblos. Así, en la planta del medio tenemos las dobles “Escarrilla” y “Piedrafita” y en la planta ático tenemos las dobles abuhardilladas “Tramacastilla” y “Sandiniés”